La confianza del consumidor en Estados Unidos ha experimentado una notable disminución, alcanzando niveles no vistos en más de una década. Según el informe publicado por el Conference Board, el índice de confianza del consumidor cayó 7,2 puntos en marzo, situándose en 92,9. Este descenso marca el cuarto mes consecutivo de declive y refleja las crecientes preocupaciones de los estadounidenses sobre el futuro económico del país.
El Conference Board también destacó que su índice de expectativas, que mide la perspectiva a corto plazo de los consumidores sobre ingresos, negocios y el mercado laboral, disminuyó 9,6 puntos hasta 65,2, el nivel más bajo en 12 años. Este valor está significativamente por debajo del umbral de 80, que suele ser un indicio de posible recesión en el futuro cercano. Sin embargo, la proporción de consumidores que anticipan una recesión en el próximo año se mantuvo estable en un máximo de nueve meses, según el organismo.
Stephanie Guichard, economista senior del Conference Board, señaló que "el optimismo de los consumidores sobre los ingresos futuros —que se había mantenido bastante fuerte en los últimos meses— prácticamente desapareció, lo que sugiere que las preocupaciones sobre la economía y el mercado laboral han comenzado a influir en las evaluaciones de los consumidores sobre sus situaciones personales".
El informe también reveló que los planes de compra de viviendas y automóviles han disminuido. No obstante, las intenciones de adquirir artículos de alto costo, como electrodomésticos, aumentaron. El Conference Board sugiere que este comportamiento podría deberse a un deseo de los consumidores de adelantarse a posibles incrementos de precios derivados de los aranceles implementados por la administración del presidente Donald Trump.
Aunque la inflación ha retrocedido desde los máximos alcanzados tras la pandemia, sigue estando por encima del objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal. Estos precios aún elevados, combinados con los aranceles anunciados por el presidente Trump sobre numerosos bienes importados, han generado desánimo entre los estadounidenses respecto al gasto, aumentando las preocupaciones sobre la economía.
A finales de 2024, los consumidores mostraban una creciente confianza y realizaron gastos generosos durante la temporada navideña. Sin embargo, las ventas minoristas en Estados Unidos cayeron bruscamente en enero, en parte debido a condiciones climáticas adversas. En febrero, el gasto de los consumidores aumentó modestamente después de una fuerte reducción el mes anterior, según informes gubernamentales.
El índice de confianza del consumidor mide tanto la evaluación de los estadounidenses sobre las condiciones económicas actuales como sus perspectivas para los próximos seis meses. Dado que el gasto del consumidor representa aproximadamente dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, este índice es un indicador clave de la salud económica del país.
En resumen, la caída en la confianza del consumidor refleja una creciente inquietud entre los estadounidenses sobre el futuro económico, influenciada por factores como los aranceles y la inflación persistente. Es esencial monitorear estos indicadores para comprender mejor las tendencias económicas y anticipar posibles desafíos en el horizonte.
Fuente: Midland Daily News