En un contexto marcado por la inestabilidad económica, la incertidumbre geopolítica y el cambio constante en el mundo laboral, el agotamiento profesional se ha convertido en una amenaza silenciosa pero persistente. El sector de la consultoría, tradicionalmente exigente en cuanto a carga horaria y presión por resultados, no ha sido la excepción. Por el contrario, el burnout en este rubro ha escalado con rapidez, llevando a las principales firmas a replantear sus estrategias internas.
Empresas como EY, PwC y Accenture están dando un giro importante al colocar el bienestar de sus empleados en el centro de su modelo organizacional. Reconocidas este mes en la lista de los mejores lugares para trabajar de Newsweek, estas firmas están invirtiendo en políticas innovadoras y recursos tangibles para abordar el desgaste laboral de manera estructural.
Desde los confinamientos de 2020, las búsquedas de términos como “agotamiento laboral” y “síntomas de burnout” se han disparado en Google, alcanzando un nuevo pico en 2024. La sobrecarga, el trabajo invisible, la cultura del silencio y la falta de inclusión han sido identificados como factores clave que contribuyen al deterioro de la salud mental en los entornos corporativos.
En este contexto, el compromiso de los empleados se encuentra en su nivel más bajo en años. Los líderes enfrentan el desafío de equilibrar las exigencias ejecutivas de productividad y presencia física con las necesidades emocionales de sus equipos.
La estrategia de EY, explicada por su directora de EY Assist, Kim McConnell, se basa en un enfoque holístico que incluye bienestar físico, mental, financiero y social. Entre los beneficios destacados se encuentran:
Además, EY promueve la conexión interna mediante el programa Team Leader Skills Accelerator, que establece estándares de comportamiento en equipo enfocados en la colaboración, el desarrollo profesional y la flexibilidad.
Según McConnell, los equipos que trabajan entre un 40 y un 60 % del tiempo de manera presencial logran un equilibrio ideal entre productividad y bienestar, reforzando la sensación de seguridad psicológica y el aprendizaje en tiempo real.
Una de las herramientas más innovadoras implementadas por EY es el Índice de Vitalidad, un sistema impulsado por inteligencia artificial que monitorea el bienestar de los equipos a través de 12 indicadores clave. Combina datos de experiencia personal (como sentirse valorado o tener oportunidades de crecimiento) con datos operativos (como las horas trabajadas y el uso de días libres).
Esta plataforma permite detectar signos tempranos de agotamiento y generar alertas para que los líderes tomen medidas oportunas.
PwC también ha rediseñado su enfoque de bienestar con iniciativas como Rock Your Block, una franja semanal sin reuniones internas, y My Milestone Rewards, un programa con una inversión de 22 millones de dólares que permite a los empleados elegir los beneficios que mejor se adapten a su estilo de vida.
La empresa ofrece además acceso a plataformas de salud mental como Talkspace y Togetherall, reembolsos por tratamientos de fertilidad, asesoría financiera, apoyo en el cuidado infantil y membresías a servicios como Peloton y Wellhub.
Kim Jones, líder de estrategia de talento en PwC, subraya que “el bienestar no es una acción puntual, sino un compromiso continuo”. La empresa fomenta espacios de pausa, aprendizaje y voluntariado, promoviendo una cultura que permita “recargar energías y reenfocarse”.
Accenture basa su estrategia en tres pilares: reconocimiento, recuperación y renovación. Su paquete de beneficios incluye cursos de resiliencia, apoyo a cuidadores, herramientas para mejorar el sueño, horarios flexibles y asistencia profesional continua a través de una red de aliados en salud mental.
La empresa también ofrece hasta 16 semanas de licencia remunerada para padres biológicos y ocho semanas para otros cuidadores, demostrando un compromiso real con la conciliación entre trabajo y vida personal.
Aunque muchas de estas prácticas han surgido en contextos corporativos estadounidenses, representan una oportunidad de cambio para empresas latinoamericanas que enfrentan desafíos similares. La presión laboral en la región es elevada y las políticas de bienestar suelen estar rezagadas.
Adaptar modelos como los de EY, PwC o Accenture al entorno regional puede significar una mejora sustancial en la calidad de vida laboral y en la fidelización del talento, especialmente entre las generaciones más jóvenes, que priorizan el equilibrio emocional sobre la compensación económica.
Lejos de ser un lujo o una tendencia pasajera, el bienestar organizacional se ha convertido en un factor clave para la sostenibilidad del negocio. Como afirma McConnell, “el bienestar es un imperativo empresarial. Las organizaciones que lo priorizan pueden combatir eficazmente el agotamiento, mejorar la retención de talento y apoyar el crecimiento a largo plazo”.
Las consultoras están dando un paso al frente, no solo para cuidar a sus colaboradores, sino también para adaptarse a un mercado laboral que exige entornos más humanos, flexibles y empáticos.
Fuente: Newsweek