Cada vez más estudiantes universitarios en Estados Unidos deciden cursar dos carreras, conocidas como double majors, con el objetivo de ampliar su perfil profesional y aumentar sus perspectivas de empleo. Esta estrategia busca brindar seguridad ante la volatilidad de ciertas industrias y las demandas cambiantes del mercado laboral.
Drew Wesson, estudiante de la Universidad de Wisconsin-Madison, combinó comunicación estratégica con administración de empresas después de su primer año. Según él, la combinación de conocimientos le proporciona una “ventaja competitiva” frente a futuros empleadores.
Datos del National Center for Education Statistics indican que la proporción de estudiantes que cursan dos majors ha aumentado significativamente en la última década. En universidades como Wisconsin, el incremento ha sido cercano al 25 %.
Este patrón se observa tanto en instituciones públicas como privadas, y abarca desde carreras tradicionales hasta combinaciones de alta demanda, como ciencias de la computación y data science, que proyectan un crecimiento sostenido en el empleo.
Investigaciones recientes demuestran que los estudiantes con doble titulación presentan mayor resiliencia laboral. Un estudio citado en el artículo revela que tienen un 56 % menos de probabilidad de enfrentar recortes de salario o despidos durante crisis económicas, lo que evidencia la ventaja de un perfil académico versátil.
La percepción de control sobre la formación personal es un factor clave. Muchos estudiantes consideran que, aunque no pueden predecir cambios en la demanda laboral, sí pueden decidir cómo diversificar sus conocimientos. Agregar un segundo major se convierte en una forma de protegerse frente a la incertidumbre profesional.
Paralelamente, el interés por credenciales apilables (“stackable credentials”) aumenta. Estos certificados complementarios permiten a los estudiantes reforzar competencias específicas, como gestión empresarial o habilidades digitales, durante su formación universitaria. Aproximadamente un 17 % de los graduados obtienen al menos un certificado adicional además de su título principal.
Estudiar dos carreras no siempre implica más tiempo ni costo. Muchas universidades mantienen la matrícula por semestre, independientemente de la carga académica adicional, lo que convierte la doble titulación en una opción viable económicamente.
Añadir un segundo major también evita el riesgo asociado al cambio de carrera. Cerca del 30 % de los estudiantes modifican su especialidad al menos una vez, y un 10 % lo hace dos o más veces. Al cursar dos carreras simultáneamente, diversifican su formación sin perder los créditos ya acumulados.
La decana Melina Hale, de la Universidad de Chicago, señala que la combinación de áreas distintas permite abordar problemas desde múltiples perspectivas, un valor añadido que distingue a los graduados en procesos de selección laboral.
La creciente adopción de la doble titulación refleja una tendencia más amplia: los estudiantes buscan estrategias educativas que aumenten sus opciones profesionales. La diversificación académica se perfila como una respuesta concreta a un mercado laboral en constante transformación, en el que la capacidad de adaptación y el desarrollo de múltiples competencias son cada vez más valoradas.
Fuente: The Washington Post