La contratación en pequeñas empresas de Estados Unidos ha experimentado una caída significativa del 6.7% interanual, según un reciente informe del Bank of America Institute. Este descenso coincide con un aumento del 170% en los pagos de aranceles por parte de empresas importadoras desde principios de 2025, impulsado por las políticas comerciales de la administración estadounidense.
Para las pequeñas empresas, estos aranceles representan un aumento directo en los costos de importación, lo que a su vez afecta la capacidad de contratar nuevos empleados. La escasez de mano de obra calificada en algunos sectores amplifica este efecto, generando un escenario desafiante para empresas que dependen tanto de insumos importados como de talento disponible en el mercado laboral local.
Taylor Bowley, economista del Bank of America Institute, explica que la combinación de costos más altos por aranceles y la dificultad para encontrar trabajadores adecuados ha limitado la contratación de pequeñas empresas. A pesar de que la rentabilidad general se mantiene positiva, el margen de crecimiento se ha reducido y algunas compañías han decidido postergar planes de expansión y contratación.
Los sectores más afectados incluyen comercio minorista, servicios y manufactura ligera. En cambio, áreas como construcción y manufactura pesada han logrado aumentar sus pagos de nómina, reflejando una capacidad de adaptación frente a los cambios económicos. Esta disparidad evidencia cómo distintos tipos de negocios están ajustando estrategias para manejar la presión financiera y mantener su competitividad.
Aunque el informe se centra en Estados Unidos, las implicancias se extienden a América Latina, especialmente para empresas que comercian con el mercado estadounidense o dependen de insumos importados desde allí. Los aumentos en los aranceles pueden repercutir en los precios de productos exportados, generar cambios en las cadenas de suministro y afectar la rentabilidad de empresas que buscan competir a nivel internacional.
Por ello, empresas latinoamericanas deben evaluar sus cadenas de suministro y considerar alternativas locales o regionales para reducir riesgos. La diversificación de proveedores y la búsqueda de insumos en mercados más cercanos puede contribuir a mantener la estabilidad financiera y evitar aumentos de costos inesperados.
La disminución en la contratación en EE.UU. subraya la necesidad de adoptar estrategias que fortalezcan la resiliencia empresarial. Entre las recomendaciones clave se encuentran:
Estas estrategias no solo ayudan a enfrentar los efectos inmediatos de los aranceles, sino que también posicionan a las empresas para aprovechar oportunidades de crecimiento sostenible en el largo plazo.
Los economistas destacan que la situación de las pequeñas empresas dependerá de la evolución de las políticas comerciales y de la capacidad de los negocios para adaptarse. Si los aranceles se mantienen altos o continúan aumentando, es probable que la presión sobre la contratación persista, afectando tanto al mercado laboral estadounidense como a empresas que interactúan con este ecosistema desde América Latina.
Por otro lado, la digitalización y la inversión en eficiencia operativa se presentan como soluciones que podrían contrarrestar parcialmente el impacto negativo de los aranceles. Empresas que adopten tecnología y desarrollen talento calificado estarán mejor preparadas para enfrentar cambios imprevistos y mantener su competitividad global.
La caída del 6.7% en la contratación de pequeñas empresas de EE.UU. frente al aumento de aranceles representa un recordatorio de la importancia de la adaptación empresarial y el análisis estratégico del entorno global. Para las empresas latinoamericanas, la diversificación de proveedores, inversión en tecnología y capacitación del talento son herramientas esenciales para enfrentar desafíos económicos internacionales y mantener la competitividad en mercados dinámicos.
Fuente: Fox Business