Hace 25 años, Dinamarca enfrentaba una crisis en el tratamiento del cáncer. Los pacientes tenían que viajar al extranjero para acceder a tratamientos innovadores, mientras las listas de espera eran largas y los resultados insuficientes. El país, al igual que el Reino Unido en ese momento, tenía tasas de supervivencia a cinco años para ciertos tipos de cáncer por debajo de otras naciones desarrolladas. Por ejemplo, la supervivencia al cáncer de recto estaba en torno al 48%, comparada con el 59% de Australia.
Hoy, gracias a un plan integral y sostenido, la supervivencia al cáncer en Dinamarca ha alcanzado el 69% para el cáncer de recto, acercándose a los estándares internacionales más altos. Este avance no se limita a un solo tipo de cáncer, sino que abarca también colon, estómago y pulmón, entre otros.
La transformación danesa se apoyó en inversiones concretas en infraestructura hospitalaria y equipamiento médico. Herlev Hospital, en las afueras de Copenhague, ejemplifica esta filosofía. Además de contar con equipos de diagnóstico de última generación, como escáneres CT de alta precisión, el hospital cuida aspectos ambientales y psicológicos: salas con obras de arte que reducen la ansiedad de los pacientes y fomentan un ambiente más humano y cercano.
Entre 2008 y 2014, el gobierno danés adquirió entre 30 y 60 escáneres de alta gama, lo que permitió aumentar significativamente la capacidad de diagnóstico. En comparación, el Reino Unido contaba con apenas 8,8 escáneres por millón de habitantes, mientras Dinamarca alcanzaba los 30.
Dinamarca no solo se centró en equipamiento. La reorganización del sistema incluyó establecer plazos estrictos para diagnóstico y tratamiento: tras la derivación, el diagnóstico debe realizarse en dos semanas y, si procede, el tratamiento debe iniciarse en otras dos. En caso de retrasos, los pacientes pueden trasladarse a otro hospital o incluso a otro país, financiados por el sistema de salud nacional.
Además, la atención domiciliaria ha sido un componente clave. Pacientes con quimioterapia ahora pueden recibir tratamiento en sus hogares, reduciendo riesgos de infección y mejorando la calidad de vida. Esta estrategia ha demostrado que es posible combinar eficacia clínica con un enfoque centrado en la experiencia del paciente.
Dinamarca también ha invertido en servicios complementarios, como centros de acompañamiento y asesoría psicológica para pacientes oncológicos. Estas iniciativas, en parte financiadas por el sector voluntario, han contribuido a mejorar la adherencia a tratamientos y la satisfacción general de los pacientes. Los testimonios de personas como Elisabeth Ketelsen, que continuó compitiendo internacionalmente tras su tratamiento, evidencian que un enfoque integral puede marcar la diferencia en la recuperación y el bienestar.
El caso danés ofrece múltiples lecciones. Primero, demuestra que una planificación a largo plazo y la inversión estratégica en equipamiento médico puede generar mejoras significativas en la supervivencia. Segundo, la atención centrada en el paciente, incluyendo la experiencia hospitalaria y la atención domiciliaria, es crucial. Tercero, la implementación de plazos estrictos para diagnóstico y tratamiento aumenta la eficiencia y reduce la mortalidad.
Aunque el Reino Unido comparte características similares con Dinamarca en cuanto a financiación estatal, la experiencia danesa evidencia que el éxito depende de mantener la consistencia de las políticas a lo largo del tiempo, sin que otras prioridades de corto plazo diluyan los planes de atención oncológica.
Dinamarca demuestra que mejorar la supervivencia al cáncer no requiere necesariamente un aumento desproporcionado del gasto en salud, sino un enfoque estratégico, innovador y centrado en el paciente. Para otros sistemas de salud, la combinación de inversión en equipamiento, protocolos estrictos y atención domiciliaria ofrece un modelo valioso que puede adaptarse según el contexto local. La experiencia danesa muestra que el compromiso sostenido, la planificación a largo plazo y la integración de la experiencia del paciente son factores determinantes para transformar los resultados en oncología.
Fuente: BBC
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