Un informe publicado el 18 de noviembre de 2025 por American Hospital Association (AHA) y la Federation of American Hospitals (FAH) concluye que la introducción de hospitales propiedad de médicos —conocidos por sus siglas en inglés como POH (physician-owned hospitals)— en el mismo mercado que hospitales rurales completos podría provocar pérdidas de margen significativas en aquellos centros de salud comunitarios.
El estudio, realizado por la consultora Dobson | DaVanzo, calcula que un nuevo hospital POH especializado en ortopedia puede reducir el margen operativo de un hospital comunitario rural (“sole community hospital” o SCH) de alrededor de 2,5 % a 1,2 %. En el caso de un POH cardiológico, el margen podría caer a -1,2 %, lo que coloca al hospital en números rojos. Y si se trata de otro tipo de POH general o especializado, la caída puede llegar hasta -7,3 %.
Este impacto se explica porque los POH tienden a captar pacientes más sanos, con seguro privado y menos complejos, dejando a los hospitales rurales completos con una mayor proporción de pacientes que requieren tratamientos complejos y de menor retribución. A su vez, muchos POH no ofrecen servicios de emergencia 24 horas o transfieren estos casos a hospitales completos, lo que contribuye al riesgo de pérdida de capacidad de atención en zonas rurales.
Los hospitales rurales ya enfrentan retos estructurales: bajos volúmenes de pacientes, dificultades para contratar y retener personal, y un entorno de financiamiento precario cuando dependen de reembolsos públicos que a menudo no cubren los costos reales. En ese marco, la entrada de un POH agrava la situación al debilitar la base financiera de los hospitales existentes.
Los autores del estudio apelan a que se mantengan vigentes las restricciones para establecer nuevos POH, introducidas hace aproximadamente quince años, con el fin de proteger el acceso comunitario a la atención las 24 horas del día, los siete días de la semana. El argumento es que permitir la creación indiscriminada de POH en mercados donde ya existe un hospital comunitario completo generará pérdidas de continuidad, servicios reducidos y cierre de unidades.
Para las comunidades rurales, el cierre o la reducción de servicios hospitalarios implica mayores tiempos de traslado para los pacientes, posibles demoras en atención de urgencia, y además impacto en el empleo local. Los autores advierten que la pérdida de hospitales comunitarios tiene efectos multiplicadores en la salud, la economía y el bienestar regional.
Una variable relevante del informe es la auto-referenciación de pacientes: los POH permiten que los médicos que los controlan deriven a sus propios hospitales a los pacientes que tienen mejor seguro o menor complejidad, lo que intensifica la competencia por pacientes rentables y deja en desventaja a los hospitales rurales que deben atender una mayor proporción de casos de alto costo.
Desde la perspectiva regulatoria, el estudio viene en un momento de debate en el Congreso de EE. UU. donde se plantean modificaciones que podrían levantar o flexibilizar las restricciones a los POH. Los investigadores y los organismos hospitalarios advierten que cualquier cambio sin un análisis profundo del impacto comunitario podría incrementar la fragilidad de los sistemas de atención en zonas remotas.
En resumen, el informe plantea que la creación de hospitales propiedad de médicos en mercados ya servidos por hospitales comunitarios completos es más que una cuestión de competencia: afecta directamente la viabilidad financiera de esos hospitales, con riesgo de cierre o reducción de servicios, y por tanto pone en entredicho la capacidad de las comunidades rurales para garantizar atención médica esencial en el territorio.
Fuente: American Hospital Association