Surinam anuncia “Regalías para todos”: 750 dólares para cada ciudadano con fondos petroleros

|

La república de Surinam, un país sudamericano de apenas 600 000 habitantes y una economía de 3 400 millones de dólares, acaba de dar un paso inédito en la región: convertir las futuras regalías petroleras en un dividendo social que alcanzará a cada residente del territorio. El presidente Chandrikapersad “Chan” Santokhi anunció a comienzos de mayo el programa Regalías para todos, una fórmula que depositará 750 dólares en cuentas individuales con un interés anual de siete por ciento tan pronto como empiecen a fluir los recursos del megayacimiento costa afuera descubierto en 2023 por el consorcio TotalEnergies — APA Corporation. La producción estimada es de 220 000 barriles por día a partir de 2028, lo que permitirá al Estado captar ingresos fiscales equivalentes a varios puntos de su producto interno bruto.


Surinam no es la primera nación que discute esquemas de reparto de la renta extractiva, pero sí la primera en América del Sur que los institucionaliza antes de recibir el primer barril comercial. Para el gobierno, la decisión tiene un doble objetivo: inyectar liquidez a los hogares y legitimar una estrategia de crecimiento basada en las industrias de hidrocarburos. Según el Banco Mundial, casi veinte por ciento de los surinameses vive en situación de pobreza y el salario mínimo mensual apenas supera los 200 dólares. Un pago directo, aunque modesto, representa más de tres ingresos mensuales para los sectores de menores recursos y funcionaría como una política de alivio inmediato.


El diseño financiero del programa se inspira en el Alaska Permanent Fund, que desde 1982 reparte dividendos anuales entre los residentes de ese estado norteamericano. Surinam coloca, sin embargo, matices locales. En lugar de transferir efectivo en ciclos fiscales variables, el gobierno depositará la suma fija de 750 dólares en cuentas de ahorro abiertas en bancos nacionales, con la particularidad de que los fondos devengarán un interés garantizado de siete por ciento anual. Esto significa que el capital de cada ciudadano podría duplicarse en aproximadamente una década, siempre que no haya retiros. Las personas mayores de 60 años y los ciudadanos con discapacidad tendrán derecho a retirar inmediatamente el monto, mientras que el resto de la población recibirá el beneficio cuando el crudo empiece a generar flujo de caja comprobado.


La administración Santokhi subraya que las regalías proceden de la participación estatal pactada en el contrato de producción compartida y no se trata de adelantar ingresos futuros mediante endeudamiento. El ministro de Finanzas Stanley Raghoebarsing insistió en que el esquema evita comprometer recursos fuera de balance y preserva la sostenibilidad macrofiscal. Para reforzar la credibilidad, el parlamento analiza un proyecto de ley que blindará el fondo de regalías contra eventuales maniobras políticas y establecerá una supervisión tripartita del Banco Central, la Contraloría General y un comité de ciudadanos.


Los anuncios llegan en un momento político clave. Surinam celebrará elecciones generales el 25 de mayo y el partido gobernante busca la reelección. Aunque la oposición cuestiona el calendario y advierte que la propuesta tiene matices electorales, diversos analistas regionales coinciden en que el plan podría convertirse en un caso de estudio sobre distribución directa de riqueza en países de renta media baja. La Organización de Estados Americanos enviará una misión de observación para garantizar la transparencia del proceso electoral y, de paso, seguir de cerca la evolución de la política petrolera surinamesa.


Desde el punto de vista económico, el impacto potencial es significativo. Si la producción se inicia con los volúmenes proyectados, el Estado recibiría regalías y participación en utilidades que, de acuerdo con estimaciones preliminares, superarían los 1 300 millones de dólares anuales. Una fracción se destinará a inversiones en infraestructura, educación y salud, y otra parte se canalizará al pago directo a la ciudadanía. El reto será administrar la volatilidad inherente a los precios del petróleo y evitar la llamada enfermedad holandesa, que encarece otras exportaciones y distorsiona el tipo de cambio.


Organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional aconsejan aprovechar el dividendo petrolero para diversificar la economía, modernizar puertos y fortalecer la gobernanza. Surinam ha mostrado interés en replicar modelos de fondos soberanos como los de Noruega o Qatar, que invierten excedentes en activos internacionales para generar ingresos estables a largo plazo. La creación de un brazo de inversiones públicas, sujeto a reglas de transparencia reforzadas, podría complementar el esquema de transferencias directas y blindar al país frente a ciclos de precios bajos.


El componente social del programa también contempla educación financiera. El Ministerio de Desarrollo Social prevé cursos gratuitos sobre gestión del ahorro, emprendimiento y microcrédito, con el fin de que los beneficiarios utilicen los recursos de forma productiva. Se espera que la banca local ofrezca productos de inversión de bajo riesgo destinados a canalizar el capital hacia proyectos de pequeña y mediana empresa.


La decisión de Surinam reaviva el debate regional sobre la apropiación de la renta extractiva. Guyana, que registra el mayor crecimiento económico del mundo gracias a sus propios descubrimientos offshore, discute fórmulas similares; mientras que Ecuador y Colombia enfrentan presiones sociales para aumentar la redistribución de las ganancias petroleras. Expertos en gobernanza energética destacan que la transparencia y la institucionalidad serán determinantes para el éxito de cualquier política de reparto.


En última instancia, el programa Regalías para todos marca un punto de inflexión para la economía surinamesa. Si se ejecuta con disciplina fiscal y mecanismos robustos de supervisión, podría convertirse en un ejemplo de cómo transformar un recurso no renovable en capital social tangible. Para los habitantes de este pequeño país amazónico, el bono de 750 dólares no es solo una transferencia, sino una señal de que la riqueza petrolera puede, por primera vez, llegar directamente al bolsillo de todos.




Fuente: El Universo


Artículos relacionados

La industria hotelera en 2025 Resiliencia, lujo en crecimiento y señales de recuperación sostenida
Destacados

El sector hotelero muestra señales claras de estabilidad pese a los desafíos económicos. Los líderes de la industria resaltan el crecimiento sostenido en demanda y el rol clave del segmento de lujo.

Comenta
El Futuro Laboral Impulsado por IA Requiere Mas que Nunca el Talento Humano
Tecnología

La inteligencia artificial está cambiando el panorama laboral, pero el talento humano sigue siendo indispensable para desarrollar y supervisar estas tecnologías. El futuro del trabajo se construye sobre la colaboración entre humanos y máquinas.

Comenta
Reid Hoffman afirma que la Generación Z tiene ventaja en el mercado laboral gracias a su relación con la inteligencia artificial
Destacados

La Generación Z, nativa digital, tiene en la inteligencia artificial una ventaja estratégica para el empleo. Reid Hoffman los anima a liderar el cambio y destacar en un mercado laboral complejo.

Comenta